Desde los inicios de la computación, los humanos hemos intentado comunicarnos con los ordenadores para que puedan servir a nuestras necesidades. La manera de hacerlo es a través de lenguajes de programación, que traducen nuestras necesidades a líneas de código ejecutables que cumplan esa función.
Esto restringe el acceso a la creación de software, a aquellas personas que tienen esos conocimientos de programación, poniendo una barrera de acceso que es necesario franquear. Y es que sólo el 3% del mundo actualmente sabe programar.
Sin embargo, creemos que todo el mundo debería tener el derecho a convertir una idea en realidad. Y eso es precisamente el movimiento No Code.
El movimiento No Code, es una filosofía de democratización del acceso a la creación de productos digitales que busca acercar mediante abstracciones visuales la creación de software a persona que no tengan conocimientos técnicos.
Buscan poder crear herramientas digitales sin tener que escribir líneas de código, si no aprovechando pequeños elementos combinados entre si de manera visual para construir aplicaciones simplemente moviendo, arrastrando y ordenando elementos.
Más allá de un conjunto aislado de herramientas, es un movimiento basado en la democratización y el acceso a soluciones complejas, mediante interfaces sencillas e interacciones visuales.
Desde los inicios de la programación lleva intentándose el concepto de abstracción - crear capas que permitan realizar varias acciones de manera transparente para el usuario - es intrínseco desde el nacimiento de lenguajes como C, que buscan reducir la complejidad de lenguajes como ensamblador para facilitar la vida de los programadores.
Sin embargo, uno de los primeros acercamientos a esta filosofía, fue VisiCalcII, una herramienta que proporcionaba una interfaz gráfica para interactuar con hojas de cálculo, haciendo que de repente, se abriera el abanico de posibles usuarios de estas herramientas. De ser algo usado únicamente por profesionales, a ser algo democrático y que cualquier usuario pueda utilizar.
Es una filosofía que quizá se puede ver representada en su máximo exponente con la presentación del Apple Lisa, un ordenador que por primera vez presentaba una interfaz gráfica para interactuar con él - buscando democratizar el acceso al ordenador personal y haciendo que miles de hogares pudieran contar con un ordenador (y poder utilizarlo).
Quizá el ejemplo que más cercano nos sea Excel.
Un programa que es un básico de la vida moderna tecnológica, permitiendo que miles de personas puedan gestionar sus negocios, tareas o proyectos, mediante un sistema visual para representar la información.
Ha habido muchos intentos en el pasado (como Dreamweaver) por construir un sistema que permitiera de manera visual, crear software complejo, con diferentes medidas de aceptación, entre ellas...
El término Low-Code/No-code se remonta a un informe de Forrester de 2014 en el que analizaba la tendencia de herramientas para crear aplicaciones sin código (o con menos código).
Recientemente se ha vuelto más popular este movimiento, especialmente en el mercado americano. Una búsqueda en Google trends por el término “No Code” nos arroja que su popularidad empezó a crecer a partir del año 2018 - despegando a partir de los años 2019-2020.
Las razones de esto son múltiples, pero entre ellas destacan 3 grandes claves:
Sin embargo cabe preguntarnos a partir de esas tres premisas anteriores por qué está llevando a esta aceleración y crecimiento del movimiento y ecosistema No Code.
Una de las principales causas es sin duda la existencia de casos de éxito de empresas que consiguen crear productos exitosos sin código. Ejemplos de esto podrían ser proyectos como Edify, Altaguardia, Orbit... proyectos que analizábamos en la anterior newsletter.
La aparición de referentes posibilita que cada vez más gente descubra lo que es posible construir y decidan por lo menos entender cómo les puede ayudar a construir su próximo proyecto o mejorar su proyecto actual.
Se suma a esto la aparición de actores en el sector de la educación, como Makerpad, creando tutoriales, cursos y recursos que permiten que cada vez más gente descubra el ecosistema, se forme y lo aplique dentro de sus proyectos.
Esta mayor atracción de talento hacia el ecosistema, hace a su vez que los inversores decidan redoblar su apuesta por las herramientas dominantes del sector, por eso hemos visto rondas de tamaños realmente increíbles en los últimos años:
Esto propicia que exista una mayor captación de perfiles que ayuden a construir las herramientas, aumentar el presupuesto de captación de usuarios, marketing y comunicaciones y en definitiva, llegar a un % mayor del mercado.
A su vez, empiezan a surgir oportunidades laborales nuevas, ofreciendo una alternativa interesante a los “early-adopters” de estas herramientas de abrir una nueva vía de ingresos, posicionandose por ejemplo como Freelances de Webflow - como Susana Bravo, o creando empresas alrededor de estas herramientas.
Destaca especialmente la creación de agencias No code, como 80 20, Low Code Agency minimum.run o minimum.studio, que ofrecen la posibilidad de construir productos digitales más rápido y mejor que sus alternativas más tradicionales.
Todo esto se convierte en un círculo virtuoso de atracción de talento y recursos, lo que hace que poco a poco el ecosistema vaya creciendo, apareciendo cada vez una mayor cantidad de herramientas que solucionan pequeños problemas muy concretos como Memberstack (suscripciones en Webflow), PayTable (ofrecer tablas de Airtable bajo pago previo) o Jetboost (Mejorar el filtrado en Webflow).
Las herramientas WYSIWYG (What you see is what you get) o constructores visuales llevan con nosotros decenas de años.
Ofrecen la promesa de una experiencia increíblemente sencilla a la hora de construir webs o apps, y realmente en algunos de los casos - como pueden ser Squarespace, Wix o Elementor, puedes llegar a construir webs que tengan un diseño espectacular.
Sin embargo suele suceder que para obtener el máximo partido de estas herramientas, sea necesario o bien añadir código para solventar las limitaciones que pueda tener la herramienta, o tener que hacer sacrificios en cuanto a funcionalidades/diseño.
Otro de los grandes contras de este tipo de herramientas es el tener que hacer sacrificios en cuanto a rendimiento ya que el código que generan no es óptimo, añadiendo capas por encima de la base que hacen que sea más lento.
Sin embargo, esta vez el enfoque es diferente.
Herramientas como Webflow no buscan ofrecerte un constructor visual mediante bloques que adaptes, si no que ofrece una alternativa visual para construir código, generando un código con una calidad mucho más elevada (dependiendo de la manera en la que construyas, por supuesto). Otras herramientas como Oxygen para Wordpress tienen un enfoque similar.
Flutterflow también ofrece un constructor visual de Flutter, pudiendo crear de una manera mucho más práctica y rápida aplicaciones completamente funcionales - que pueden servir tanto a pequeños creadores que quieran hacer una app hasta a desarrolladores que quieran ser más rápidos.
Startups como Orbit facturan casi un millón de euros en una solución construida en Bubble, en vez de tener que ir a desarrollo tradicional.
Y es que una de las principales ventajas de esta nueva hornada de herramientas es que proporcionan una mayor agilidad a la hora de crear a los equipos de producto, marketing y diseño de grandes compañías.
Empresas como la NASA, Amazon o Rakuten crean webs en Webflow. Startups como Ontruck han confiado en nosotros para ayudarles a dar el paso de toda su web de marketing.
El crecimiento de las posibilidades de estas herramientas hacen que sean alternativas serias a considerar para soluciones profesionales, sin tener que hacer (demasiados) sacrificios.
Además, el auge del ecosistema hace que poco a poco existan más herramientas que solucionan problemas específicos y son susceptibles de ser combinadas entre sí para construir productos realmente complejos y tener impacto real y transformador dentro de las empresas.
De la misma manera que crear un Ecommerce en 2005 era algo complejo (que se lo digan a PcComponentes) a que hoy en día puedas crear tu tienda online en menos de 24 horas con Shopify y empezar un negocio que puede escalar hasta llegar a millones de usuarios.
La democratización del acceso a la creación implica un crecimiento del número de proyectos que se crean, al igual que ha sucedido en empresas como la de la música.
Hasta los años 80, la industria de la música estaba controlada y centralizada por las grandes discográficas. El proceso para poder ser músico pasaba sí o sí por convencer a una discográfica de que valías.
Es por eso que al final el número de artistas que llegaban a ser capaces de crear música era muy limitado y sobre todo - a la decisión de entidades centrales que “creaban artistas”.
Con el auge de la producción musical casera, el número de personas que tienen acceso a componer, grabar y distribuir sus canciones aumenta, primero de una manera tímida, que se acelera exponencialmente con la distribución digital en herramientas como Napster, Spotify, o la llegada del iPod y iTunes.
Cuanta más gente tiene la posibilidad de crear, más artistas surgirán que intentarán construir una carrera - que puede comenzar subiendo vídeos a Youtube (como Justin Bieber) o a través de una generación de audiencia por Tik Tok que te lleve al estrellato en semanas.
Como cada tipo de nueva tecnología, la sociedad se transforma, llegando a posibilidades que serían impensables hace quizá 10 años.
Y uno de los principales factores que influyen en esto son las herramientas, así que vamos a hacer un principal análisis de cuáles son las más relevantes.
Las herramientas transforman nuestra manera de pensar. A medida que estas van aumentando en posibilidades, los proyectos que se pueden crear aumentan en posibilidades y complejidad.
Es por eso que es necesario conocer al menos las principales herramientas que están impulsando el movimiento no-code ya que de su crecimiento y afianzamiento dependerá en gran medida la madurez del mismo.
Uno de los principales exponentes del movimiento nocode es Webflow, una herramienta que nació como un simple constructor de landing pages, pero que tras su paso por YCombinator, han conseguido crear un producto capaz de construir webs para empresas tan importantes como Rakuten, Dell o Amazon (entre muchas otras).
Ofrece la posibilidad de desarrollar webs de manera visual, mediante una interfaz ciertamente sencilla, abstrayendo la complejidad de escribir el código - que se genera en segundo plano. Permite añadir Clases a los elementos para poder crear sistemas mantenibles y escalables, introducir código personalizado o crear animaciones espectaculares sin necesidad de saber Javascript.
Han conseguido una herramienta con infinitas posibilidades - que nosotros utilizamos en minimum.run para construir más de 80 proyectos en dos años - y que poco a poco se posiciona como el constructor de páginas web por excelencia.
No es una herramienta sencilla de aprender, ya que cuenta con una curva de aprendizaje bastante elevada, pero por eso hemos creado un Sendero de Webflow, para que puedas superarla independientemente de tu nivel.
Poco a poco van saliendo profesionales que se dedican a esto, como Susana Bravo, y gente que transforma radicalmente su trayectoria gracias a esta herramienta como Francesca Tozzi.
Tras levantar 334M$, prometen ser la herramienta de referencia para construir webs, algo similar a lo que consiguió Wordpress en su día y es quizá una de nuestras principales apuestas de herramientas que tener en el radar.
El formato IFTTT, fomentado por la propia herramienta, es una manera de automatizar muy sencilla. “Si pasa esto, haz aquello”.
Zapier ha conseguido convertir la complejidad de automatizar procesos entre herramientas de una manera realmente sencilla y visual. Simplemente piensa en qué quieres hacer y Zapier se encargará de que esto suceda.
Es probablemente uno de los causantes de la explosión del movimiento ya que sirve como “pegamento” de la mayoría de herramientas que hemos visto en esta newsletter, haciendo posible crear sistemas complejos a partir de herramientas simples, construyendo herramientas personalizadas a las necesidades de cada usuario.
Además, permite ahorrar cientos (¡o miles!) de horas en tareas repetitivas que anteriormente sólo podían ser hechas a mano.
Han levantado hasta la fecha 1.4M$, lo cual es una cifra absurdamente baja para el tamaño del negocio que han conseguido construir, siendo culpables de gran parte de la expansión del movimiento y ayudando a gente a automatizar procesos y ahorrar vida.
Quizá una de las herramientas que nos permiten tener una predicción de cómo será el desarrollo de las que vienen a continuación sea Shopify.
Esta herramienta ha pasado de ser una alternativa de nicho a grandes plataformas como Woocomerce, Prestashop o Magento a construir una plataforma que se convierte de facto en la herramienta de referencia para construir un ecommerce.
Gracias a su sencillez de implementación, modificación y personalización, así como la gestión logística, pagos y analítica ofrece todo lo que necesitas para construir un ecommerce que facture millones como Lagaam, Minimalism y miles de negocios más.
Además, cuenta con un gran ecosistema de desarrolladores construyendo aplicaciones que suplan las funcionalidades que faltan y creando un ecosistema muy sano de desarrolladores cuando es necesario hacer algo más a medida.
La promesa de tener una herramienta que te permita construir cualquier aplicación sin tener que escribir código es la que nos mueve a llegar hasta el día de hoy.
Y quizá Bubble sea el máximo exponente de la libertad infinita a la hora de crear aplicaciones.
Bajo su interfaz poco amigable se esconde una herramienta de posibilidades cuasiinfinitas, permitiéndote construir desde pequeños directorios a auténticos SaaS que levanten millones de euros en rondas de financiación.
Mediante su sistema de Workflows, su base de datos interna y su constructor visual, la principal limitación es tu conocimiento de cómo funcionan las web apps y lógica de programación - además de superar su intensa curva de aprendizaje (que no es baladí).
Sin embargo, dedicar el esfuerzo de aprender puede llevarte a construir aplicaciones realmente complejas y completamente funcional sin tener que escribir una sola línea de código - haciéndolo mucho más rápido que un desarrollo tradicional.
Es otra de las herramientas que está revolucionando el ecosistema, creando nuevos puestos de trabajo y atrayendo mucho talento técnico que deciden darle una oportunidad a esta herramienta para entender si les puede ayudar a crear más rápido.
Ha levantado hasta ahora 100M$, y tienen un largo camino por recorrer para convertirse en la herramienta de referencia para construir cualquier software que imagines.
Mi primer acercamiento al mundo No Code ha sido gracias a Airtable, que está a medio caballo entre una hoja de excel (sencilla de usar) y una base de datos relacional (infinitas posibilidades).
Gracias a su interfaz realmente sencilla es una maravilla trabajar con datos y crear sistemas complejos que te permitan por ejemplo crear un sistema para gestionar la facturación de tu empresa, servirte como CRM para tu negocio o automatizar procesos complejos.
Es una herramienta - como Notion o Coda - que ofrece un enfoque diferente al tradicional en el que hay una manera “correcta” de usarla, si no que ofrece un mundo de posibilidades para que tú te crees la herramienta que necesitas.
Gracias a los 1.4B$ (si, con B) que ha levantado hasta ahora se han convertido en una herramienta de referencia - y la base de datos ideal para la mayoría de proyectos.
Otro de los principales actores que ha llevado al ecosistema al punto en el que está hoy en día es Glide.
La promesa es sencilla: Convierte un Google Sheets en una aplicación móvil en minutos.
Y el resultado es espectacular. Realmente funciona increíblemente bien dentro de las posibilidades que te ofrece de manera nativa, permitiéndote mostrar e interactuar con la información de una manera realmente sencilla.
La principal limitación es la limitada personalización sin introducir CSS y la limitación de funcionalidades que te puedes encontrar que puede que no te permita crear exactamente lo que tengas en mente.
Sin embargo es una de las herramientas perfectas para un primer acercamiento al ecosistema No Code, viendo resultados inmediatos y sin una curva de aprendizaje real. No obstante, puedes llegar a crear herramientas complejas como hacen en LowCode Studio, creando aplicaciones para empresas del Fortune 500.
Aquí tienes una versión adaptada sobre WeWeb con un estilo y extensión similar a las otras herramientas mencionadas:
WeWeb es una plataforma no-code que destaca por su capacidad para construir aplicaciones web front-end sin necesidad de escribir código. A diferencia de otras herramientas, WeWeb genera aplicaciones basadas en Vue.js, lo que garantiza un código limpio, escalable y de alto rendimiento.
Ofrece una interfaz intuitiva que permite arrastrar y soltar componentes para crear aplicaciones responsive. Además, se integra fácilmente con cualquier backend, desde APIs REST con herramientas como Airtable o Xano, lo que abre la puerta a construir aplicaciones con gran funcionalidad y personalización.
A pesar de ser No-code, WeWeb permite agregar CSS y JavaScript personalizados, lo que la convierte en una opción flexible para desarrolladores y creadores sin experiencia en código. Aunque aún carece de una biblioteca de plantillas y el proceso de despliegue puede mejorar, WeWeb está revolucionando el desarrollo no-code al ofrecer un control avanzado sobre la creación de aplicaciones web.
Si bien podríamos pasarnos la tarde entera hablando de herramientas y sus principales ventajas/inconvenientes, tiene más sentido que te dejemos un listado de las que consideramos más relevantes, para que puedas explorar con calma:
Evidentemente el futuro de este movimiento es incierto, pero vemos que está en un momento de madurez y consolidación.
Esto significa que cada vez existirán más empresas que se atrevan a incorporar estas herramientas, habrá más talento que decida acercarse a este ecosistema y por consiguiente aumentará el tamaño de mercado.
Al igual que la mayoría de movimientos cuando pasan de ser un pequeño nicho a llegar al mercado masivo, las necesidades son completamente distintas, teniendo que cruzar el “abismo” para conseguir consolidarse como una solución estándar.
Muchas de las pequeñas herramientas que nacen en estos momentos tendrán que intentar superar ese Valle de la muerte, para llegar a audiencias mayores y convertirse en empresas rentables - hablábamos de esto en la NoCodeTrends sobre la empresificación del No Code.
Vemos además que surgirán necesidades de profesionales cualificados que puedan dar soporte a estas herramientas o construir proyectos desde cero, siendo predominantemente al principio una necesidad de especialistas en herramientas, que esperamos que se convierta en un perfil más “generalista” con el paso del tiempo, aportando valor de una manera más amplia. También hablábamos de esto en la NoCodeTrends anterior.
Creemos que dentro de las grandes compañías empezarán a buscar perfiles que tengan una visión estratégica del negocio y que puedan utilizar estas herramientas para ser más independiente y ágiles a la hora de construir sus proyectos.
Es un movimiento que está empezando a superar la barrera de ser algo para “early adopters” y tener una llegada (e impacto) masivos y estamos impacientes por que eso suceda.
Si quieres tener una visión un poco más en profundidad del ecosistema, hemos creado este curso completamente gratuito en el que podrás descubrir en 1 hora cómo este movimiento te puede ayudar.
Una de las mejores partes de este ecosistema, es la comunidad que se está creando, de makers que tienen ganas de crear proyectos sin código.
Nosotros hemos querido reunirnos en una comunidad en Discord, en la que hay ya más de 2000 personas que quieren entender cómo el No code les puede ayudar.
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