Los departamentos de innovación son una de las áreas dentro de una compañía que más se pueden beneficiar del No-code. Ante la necesidad de validar ideas y crear prototipos lo más rápido posible, el No-code permite ser independiente del departamento tecnología para validar proyectos y poder validar ideas de nuevas vías de negocio en semanas y no meses.
En este artículo te contamos cuáles son las principales ventajas que proporciona el No-code a departamentos de innovación y cómo poder apalancarse en estas herramientas para ser más ágiles a la hora de validar.
La innovación suele ser uno de los elementos clave en la estrategia dentro de cualquier corporación. Ya sea una innovación continua en la que continuamente se mejoren los productos existentes o una innovación disruptiva que se encargue de traer futuras líneas de negocio, habitualmente forman parte de la estrategia con una gran relevancia.
Sin embargo, es muy arriesgado apostar dentro de grandes empresas consolidadas por iniciativas que sean realmente disruptivas, ya que esto puede suponer un riesgo tanto reputacional como de asignación de recursos que puede ser demasiado elevado.
Antes de poder apostar por cualquier iniciativa es necesario construir un modelo de negocio y un Business Plan que soporten la hipótesis a validar y que permita conseguir los recursos dentro de la empresa para poder desarrollarlo.
Sin embargo, aunque muchas veces se tire de proyecciones basadas en experiencias anteriores, crear un business case sin basarte en datos puede suponer un riesgo demasiado elevado, para lo cual se busca reducir el riesgo de estas iniciativas mediante pequeños experimentos o “pruebas piloto” con una muestra reducida de clientes.
Otras veces, se decide alejarse de la marca de la corporate y validar el negocio como si fuera una startup aparte, en el modelo conocido como Venture Builder, que trabajan empresas como 7rventures, Igeneris o Corporate Lab.
Ambas son maneras de reducir el riesgo de la innovación y de ser más rápidos validando hipótesis, y precisamente el No-code ayuda a ambas opciones a ser mucho más eficientes.
A la hora de enfrentarnos a una prueba piloto, hablamos de construir una versión reducida, con una muestra de clientes pequeña y habitualmente escogida en función del público objetivo al que nos dirigimos, o realizando un test interno dentro de la compañía.
Habitualmente se destinan entre 3 y 6 meses para hacer la adaptación de la tecnología de la startup o la idea a validar, para después enviar un mailing o hacer un focus group con los clientes para entender cómo utilizan esta tecnología y si se comprende la propuesta de valor.
Sin embargo, a no ser que la tecnología sea la clave de la prueba piloto, muchos modelos de negocio innovadores pueden ser probados con un prototipo de alta fidelidad que permita a los usuarios interactuar con el producto digital de manera real y ver su comportamiento.
Hasta ahora esto se reducía a un Figma o similar que ofrece una experiencia guiada. “Haz click aquí, luego aquí” y los usuarios perciben que es un test, con lo cual no se comportan de la misma manera que con un producto real.
Es por eso que gracias a herramientas como Flutterflow, somos capaces de convertir un diseño de Figma en una aplicación real que los usuarios pueden instalar en el móvil de manera nativa o testarla en una web real, en menos de 1 semana. De esta manera reducimos el tiempo que tardamos en poner la propuesta de valor delante de los usuarios y aprender.
Por ejemplo un chatbot conversacional, que guie a los usuarios por una serie de preguntas para poder ofrecerle una recomendación personalizada, podría desarrollarse en menos de 1 semana con herramientas como Landbot y estar testándola con usuarios reales para obtener ese feedback.
Es posible que no se pueda conectar con los sistemas y backend de la empresa - pero siempre se puede buscar soluciones alternativas, ya sea crear sistemas en Airtable y Make que simulen ese “backend” o incluso hacer pasos manuales dentro de este prototipo.
De esta manera, reduces el tiempo necesario de desarrollo y consecuentemente la inversión necesaria, dándote herramientas para poder validar mucho más rápido.
Otra de las alternativas, cuando es un modelo completamente diferente al negocio core de la compañía es crear una “startup” que transmita la propuesta de valor y realizar campañas para llevar tráfico a la página web de la misma y ver si se entiende la propuesta de valor y capta leads o compran el producto/servicio.
Esto se hace porque habitualmente es complicado poder conseguir que Marketing o Marca te permitan utilizarla en un experimento tan disruptivo. Y aun en el caso de conseguir la aprobación necesaria, esto puede retrasar el experimento meses.
Sin embargo, construir una marca y una landing page que refleje la propuesta de valor, junto a un formulario y backend para captar estos leads y automatizar procesos utilizando Airtable y Make, permite validar mucho más rápido.
Podemos hablar de unas 3-4 semanas desde el momento de Kickoff del proyecto a tener la primera campaña lanzada en el mercado, como hacemos con el equipo de minimum.run y nocodehackers para nuestros clientes corporates.
Esto tiene la ventaja de que no se asocia con la marca de la compañía y te permite ser más arriesgado con los mensajes, propuesta de valor y sobre todo mucho más ágiles a la hora de validar un proyecto.
Si estás leyendo esto, puede que pienses que el No-code suena demasiado bien para ser verdad. Y aunque tiene sus limitaciones (cada vez más reducidas) la realidad es que cubren por ti una serie de pasos que son realmente tediosos cada vez que quieres montar un proyecto.
No dependes de tener que montar un servidor, ni crear un entorno de trabajo ni instalar librerías. Tampoco tienes que preocuparte de la seguridad ni del mantenimiento.
Simplemente te puedes centrar en crear el producto, apalancándote en la plataforma que otras compañías montan por ti para que puedas desarrollar más rápido.
Muchas veces en este tipo de iniciativas se está constantemente reinventando la rueda y desarrollando cosas desde cero que podrían ser perfectamente herramientas No-code o Low-code que lo hagan incluso mejor.
La principal ventaja reside en lo rápido que es crear, pero sobre todo en lo rápido que es iterar una vez que está creado.
No necesitas depender de una consultora tecnológica externa ni de un equipo de tecnología para hacer cosas como cambiar copys, añadir información o modificar el contenido.
Herramientas como Webflow permiten incluso tener un modo editor en el que poder tocar la web sin miedo a “romper” el diseño, permitiendo que cualquier persona incluso que no tenga conocimiento técnico lo pueda hacer.
Después de más de 150 proyectos en minimum y 3 años en nocodehackers trabajando con corporates, tenemos un stack de herramientas que realmente aportan valor y permiten validar de manera más ágil.
Principalmente:
Con estas herramientas llevamos varias startups que han validado gracias a nuestra tecnología y manera de validar. Creemos firmemente que el No-code se convertirá en un aliado clave de los departamentos de innovación y que es una oportunidad de innovar y ser mucho más ágil y eficiente.